SALTO B.A.S.E.
HISTORIA, ACCIDENTES Y EVOLUCIÓN
Cuestionar o criminalizar el salto base desde un punto de vista ajeno a la realidad del que lo realiza, en un contexto tan reducido como el actual, sin mirar ni al pasado ni al futuro, es cuestionar tanto historia como evolución del ser humano.
(Artículo también disponible en inglés).
¿Qué es y qué NO es Salto B.A.S.E.?
(Esta información va destinada principalmente al público no especializado y a los medios de comunicación, aunque también puede ser de interés para algunos saltadores).
B.A.S.E es el acrónimo de Building, Antena, Spam y Earth, (edificios, antenas, puentes y acantilados), que son los puntos fijos más habituales desde los que saltamos.
Salto Base NO es Parapente, ni Paracaidismo, del mismo modo que el Padel no es Tenis, ni Tenis es Tenis de mesa. Son actividades diferentes con elementos comunes: velas o paracaídas, y raquetas, respectivamente.
Esto parece crear confusión en ciertos titulares, de modo que vale la pena empezar aclarándolo.
En paracaidismo se salta a gran altura desde una aeronave en movimiento. En parapente se despega en una pendiente usando las piernas para correr y generar velocidad, con la vela ya abierta. Y en Salto Base, se salta al vacío desde puntos fijos, a alturas muy inferiores, se cae verticalmente o se planea hasta abrir el paracaídas y posteriormente aterrizar.
Ante accidentes o incidentes de Salto BASE, es frecuente ver fotos y vídeos de paracaidistas o parapentistas, o incluso entrevistar a paracaidistas sobre accidentes de salto base, como ocurre en este vídeo o en este otro.
Además de representar especulaciones prematuras e infundadas, de mal gusto y en un momento inadecuado, (la familia del saltador estará afectada por la pérdida de un ser querido, o el propio saltador puede estar retorciéndose de dolor en un hospital) es el equivalente a preguntar a un médico de cabecera, que prescribe recetas y deriva pacientes a especialistas, sobre los últimos avances en la Técnica CRISPR/Cas 9 en Ingeniería Genética.
En otras palabras, el salto base moderno se parece tanto al paracaidismo como un huevo a una castaña, y estamos preguntando a un supuesto “experto”, que de Salto Base sabe lo mismo que yo de Ruso (a no ser que además de paracaidista también sea saltador base, lo cual a veces ocurre y la mayoría de las veces, no).
Lo contrario a este tipo de actitudes es el Compromiso Doxástico o Seguridad Doxástica, donde solo hablas sobre lo que has probado en el mundo real y verdaderamente dominas.
A diferencia de Paracaidismo o Parapente, el Salto Base aun no es una actividad reglamentada oficialmente por federaciones ni dirigido por autoridades o grupos de “expertos”, entre infinitas comillas.
Es una comunidad basada en Inteligencia Colectiva y Selección Natural, que continuamente redefine las barreras que separan lo posible de lo imposible en lo que al sueño humano de volar se refiere. Durante eventos o competiciones, es espectáculo. Como concepto, independientemente del estado federativo, es deporte, entendiendo como tal la definición de la Carta Europea del deporte:
«Todas las formas de actividades físicas que mediante una participación organizada o no, tienen como objetivo la expresión o la mejora de la condición física y psíquica, el desarrollo de las relaciones sociales o la obtención de resultados en competición de todos los niveles»
Que las reglas o normas no sean oficiales, no quiere decir que no las haya y que todo quede al azar.
En los eventos organizados se suele proceder de la siguiente manera:
-Se designa a un Director Técnico y a varios jueces, que además de puntuar, contribuyen a evaluar y mitigar riesgos.
-Se dispone de Servicio de Atención Médica de Urgencias.
-Se solicita autorización del lugar donde se realiza el evento y se exige seguro de Responsabilidad Civil.
-Se definen unas normas de puntuación internas en las distintas modalidades de competición en las que se puntúan habilidades que, en un entorno de no competición, incrementarían la seguridad del salto.
En esta competición de salto base clásico, podemos ver como se puntúa la correcta noción del tiempo de caída libre (abrir el paracaídas en un intervalo determinado), la rectitud de la apertura (alejándonos del objeto desde el que hemos saltado) y la precisión en el aterrizaje. En competiciones de wingsuit, se suele puntuar velocidad y precisión durante el vuelo, como se aprecia en este espectacular vídeo.
Y lo más importante, ya sea en un evento organizado, una competición o saltando con un grupo de amigos, solemos operar dentro de un código ético internacional más o menos estándar.
Como en cualquier actividad, hay excepciones y en mis viajes por el mundo me he encontrado con algunos saltadores poco considerados. No obstante, puedo contarlos con los dedos de ambas manos, siendo en general una comunidad respetuosa.
Una disciplina reciente, en fase de maduración
En 40 años hemos pasado de saltar y caer verticalmente usando equipos de paracaidismo no especializados, a planear con equipos ultra ligeros y ultra eficientes diseñados con ingeniería de primera específicamente para Salto Base, o en el caso de Yves Rossy, a poder volar de manera sostenida como si de un pequeño caza de combate se tratara.
Carl Boenish and Yves Rossy, 2 saltadores de primera linea que acabarán apareciendo en los futuros libros de historia del vuelo del ser humano.
El vuelo con Wingsuit, o traje de alas en español, ¡atención! no es ni Windsuit, ni Winfly, ni Birdman, ni hombre pájaro, ni traje de pájaro, ni Wing-Tsun (Esto es Kung Fu), como se define en ocasiones.
Wingsuit es una sub-disciplina de Salto Base que en la última década ha ganado gran popularidad en la comunidad e interés por parte de la sociedad. A diferencia del Salto Base convencional, el traje genera suficiente sustentación como para planear a altas velocidades recorriendo cierta distancia horizontal, una vez terminado el vuelo abrir el paracaídas y posteriormente aterrizar.
En la modalidad de Wingsuit no se puede aterrizar sin abrir el paracaídas, aunque ya se ha “aporrizado” de manera calculada y controlada, como se muestra en este vídeo y es probable que en un futuro no muy lejano se siga progresando en este sentido.
Reseñas históricas
¿Quién no ha soñado con volar?
Creo que todos en algún momento nos hemos despertado con la genial sensación de habernos elevado del terreno como hacen los pájaros.
Mi hijo de 5 años se despertó hace días contándome que volaba en sus sueños.
Nos guste o no, lo tenemos marcado en nuestro ADN. Cuestionar o criminalizar el salto base desde un punto de vista ajeno a la realidad del que lo realiza, o desde *hindsight, en un contexto tan reducido como el actual, sin mirar ni al pasado ni al futuro, es cuestionar tanto historia como evolución del ser humano.
* Hindsight quiere decir literalmente «retrospectiva». Desde una perspectiva «hindsight», confundimos nuestra realidad con la que rodea a las personas que estamos juzgando. En el campo de la gestión de seguridad, Sidney Dekker lo describe bien como «The Hindsight Bias».
En la Mitología Griega Ícaro volaba.
En la Andalucía Árabe del SIX, Ibn Firnás voló con sus alas articuladas de madera.
Leonardo da Vinci en el SXV expresaba su admiración por el vuelo en muchos de sus diseños.
Los hermanos Wright con los primeros vuelos motorizados de máquinas más pesadas que el aire a principios del SXX
Ellos y muchos otros compartían el deseo de volar.
Desde los primeros vuelos de la aviación moderna de los arriba mencionados Hermanos Wrigh, hasta pisar la Luna o el Concorde transportando a pasajeros a 2 veces la velocidad del sonido, pasaron solo 60 años de evolución aeronáutica. Comparativamente, el salto base moderno tiene solo 40 años y a pesar del progreso mostrado, aun se encuentra en fase de maduración.
En un futuro no muy lejano es probable que tengamos la capacidad de volar con cierta normalidad, como quien hoy día circula con un coche o una moto, y será gracias a la contribución de los que lo intentaron. Los locos de las noticias sensacionalistas de ahora aparecerán en los Museos del Aire y “Wiki-libros” futuros de enseñanza de las generaciones venideras. Patrick De Gayardon, por ejemplo, será uno de ellos. Este video es un homenaje a su contribución.
El Salto BASE es la evolución lógica del deseo de nuestros ancestros
Estos son solo algunos ejemplos que muestran la idea esencia de esta parte del artículo:
La inquietud del ser humano por «dejarse caer».
- En 1783, Louis-Sébastien Lenormand hizo el primer salto en paracaídas de la torre del observatorio de Montpellier, precediendo al salto de un globo de Garnerin.
- En 1912 Frederick Law saltó de la Estatua de la Libertad.
- En 1913 Štefan Banič saltó de un edificio para hacer una demostración de su nuevo paracaídas a la Oficina de Patentes de Estados Unidos y a los militares.
- En 1966 Michael Pelkey y Brian Schubert saltaron de la pared de El Capitán en el valle de Yosemite.
- El 9 de noviembre de 1975, la primera persona en lanzarse en paracaídas de la Torre CN (Torre Nacional de Canadá) en Toronto era un miembro del equipo de construcción, Bill Eustace. Fue despedido.
- En 1975, Owen J. Quinn, en paro, se lanzó en paracaídas de la torre sur del World Trade Center para llamar la atención sobre la grave situación de los parados.
- En 1976 Rick Sylvester saltó del monte Asgard, en Canadá, para la escena de apertura de la película de James Bond La espía que me amó, mostrando al mundo su primera visión del salto B.A.S.E.
- Carl Boenish, saltos desde el Capitán 1978. Padre del Salto Base moderno quién realizó saltos de manera continuada hasta su fallecimiento en 1984.
- Patrick de Gayardon, en la decada de los 90 contribuye con grandes dosis de I+D en diseño y vuelos de Wingsuit. Es considerado el padre del vuelo de wingsuit moderno tal y como lo conocemos hoy día. Desafortunadamente falleció en un accidente de paracaidismo en 1998.
- Loic Jean Albert and Stephane Zunino, los cuales eran muy cercanos a Patrick de Gayardon, tomaron el relevo y continuaron empujando los límites del vuelo con wingsuit desde entonces, formando un equipo conocido como “The Sould Fyers”. En 2003 Loic realizó una pasada con wingsuit a una pendiente nevada en Verbiers que impresionó a todos. Había nacido el vuelo de proximidad o «Wingsuit Proximity Flying». Loic es uno de esos persnajes en los que vale la pena expandirse. Aviador de primera, con grandes dosis de conocimiento y una habilidad sorprendente. Pionero y ejemplo para el resto. Zun and Loic todavía continuan saltando más de 20 años después y los «Soul Flyers», bajo la visión de Fref y Vince, continuan haciendo de las suyas, siempre en primera linea de progreso e innovación. under Fred and Vince fresh vision continue to rock, always as front liners in the sport, pushing to amazing levels.
- En 2008 se celebra el primer campeonato de salto B.A.S.E en España desde el Gran Hotel Bali en Benidorm con la asistencia de más de 30 saltadores de todo el mundo. Evento que evoluciona y se convierte en el ProBASE World Cup.
- En España sigue el evento del Gran Hotel Bali bajo el nombre BASE JUMP Extreme World Championship producido por Pixion, con paradas en Ronda y Hoz de Jaca.
Existen muchos más saltadores y eventos que podrían ser mencionados. Es solo un resumen subjetivo.
¿Por qué realizamos Salto BASE en la actualidad?
Como en casi todo, no hay una única razón.
Este artículo científico muestra ciertas razones psiquiátricas, a las que se pueden añadir otros factores relevantes. En mi caso concreto y en el de muchos otros son los siguientes:
Sociales / Familiares:
Diversión:
Búsqueda de emociones y aventuras.
Relativización:
Sobrevivir a una actividad extrema en un entorno hostil mediante el dominio de cuerpo y mente, hace que, entre otras cosas, las vicisitudes del día a día en el ámbito laboral o familiar se relativicen, siendo infinitamente más llevaderas y aportando, por tanto, felicidad.
Conexión social con gente de tu tribu, con una visión parecida:
Por el contrario, la soledad parece ser dañina y mata, como demuestra este estudio. Cuando nos exponemos a estrés severo, tendemos a buscar apoyo grupal, como se aprecia en esta publicación.
En mi caso, he visto como la vida se desvanece justo a mi lado, y como una persona pasa a ser materia inerte en segundos.
He sentido dolor físico severo por alguna lesión puntual y consecuentemente he recibido el apoyo y cariño del grupo.
La mayoría de saltadores hemos pasado por escenarios similares después de un tiempo realizando la actividad, como refleja este estudio en saltadores base.
Confirmo lo que se menciona más arriba, ninguna de las dificultades me hizo sentir depresivo o más débil. Contrariamente, salí fortalecido y más unido al grupo. Este estudio avala este tipo de situaciones (incluso elevado a grandes desastres según este otro estudio).
Legado:
La necesidad de dejar el legado del ejemplo.
Filosóficos:
Una vez conoces la muerte de cerca y te has lesionado, aprecias más la vida. Rindes de manera más segura.
El siguiente estudio demuestra como casi todos hemos sufrido alguna lesión y presenciado accidentes graves,
(Estudio-> The epidemiology of severe and catastrophic injuries in BASE jumping)
Equilibrio Vida-Muerte según Freud. Conocimiento y Dominio de la pulsión de muerte (Thanatos), superar el miedo paralizante, para llegar a una visión completa de la Pulsión de Vida (Eros).
Esta parte es tan fascinante como profunda. Para los más inquietos.
Artículo Instintos Vida-Muerte por S.Freud
Genéticos:
Genómica del Deporte. Impacto de los Genes en la Actividad
Los genetistas han explorado los posibles vínculos entre una propensión a actividades de alto riesgo y ciertos marcadores genéticos. Parece haber conexión entre los polimorfismos del subtipo D4 del receptor de dopamina 2 (un receptor acoplado a la proteína G que inhibe la adenilil ciclasa) con un comportamiento arriesgado y de búsqueda de nuevos escenarios en humanos y otros organismos vivos.
La dopamina es el neurotransmisor más asociado con la «acción», la adicción y el abuso de sustancias. Existe un vínculo claro entre la toma de riesgos y el aumento de adrenalina/dopamina/endorfina experimentado por los participantes de deportes extremos, del mismo modo que sucede en el juego y las profesiones de alto riesgo, como por ejemplo el comercio financiero (El lobo de Wall Street).
Históricos:
Tener cierta predisposición genética puede también acarrear cierta responsabilidad con la historia y la evolución que nos insta a continuar el trabajo ya realizado por sus predecesores.
Qué puede ser más emocionante para un andaluz de pura cepa, que rendir tributo a nuestros padres aeronáuticos saltando desde el Tajo de Ronda, ciudad que vio nacer a uno de los mayores «aerotrastornados» de la historia: Abbás Ibn Firnás.
«Aquellos que están empujando a territorios que aún no han sido conquistados, necesitamos que nos digan lo que es posible y realmente exploren lo que aún no se conoce».
Psicólogo del deporte y la aventura Michael Gervais, PhD.
Seguridad:
Aunque parezca paradójico, si dominas la actividad del Salto Base y consigues sobrevivir sin secuelas, serás más seguro en el resto de actividades y en la vida en general:
Serás antifrágil. (Nassim Taleb).
Lo contrario a frágil no es robusto, o fuerte, es antifrágil.
Lo robusto resiste los estresores o la volatilidad. Lo antifragil se fortalece de los mismos estresores y volatilidad.
Lo frágil quiere tranquilidad, lo antifrágil surge del desorden.
Una copa de cristal es frágil, la tibia de un kickboxer es antifrágil (una vez se recupera del estrés de los golpes, es más dura).
Un perro de pura raza, suele ser frágil, un chucho callejero es antifrágil (en humanos sucede lo mismo).
En Mitología, Damocles era frágil; tenía una espada colgando de un hilo sobre su cabeza, el más mínimo estrés lo fulminaría, de modo que quería tranquilidad. Por el contrario la Hidra era antifrágil; si le cortaban la cabeza le salían dos cabezas.
Más acerca de Taleb y el concepto de antifragilidad.
Sobrecompensación:
El estrés post-traumático que por lo general produce sufrimiento y debilidad, en determinados saltadores base se transforma en un estrés generativo mediante un proceso de «sobrecompensación». Cuerpo y mente, tras ser expuestos a ciertas dosis de estrés, se preparan para un estrés aun mayor.
Un ejemplo claro es el desarrollo de fuerza. Te puedes pasar media vida moviendo cierto peso en cómodas máquinas de gimnasio con pocos resultados, o por el contrario te puedes centrar en entrenar eficazmente tu 1 RM (repetición máxima) en peso muerto y el resto del tiempo descansar.
Lo mismo sucede con ejercicio prolongado de baja intensidad (trote cochinero a 120 PPM) VS ejercicios cortos interválicos de alta intensidad. Este último genera mejores adaptaciones.
Hormesis:
Necesitamos exponernos a la dosis justa de estrés, ya que como en la naturaleza, la dosis hace el veneno (Concepto de Hormesis).
Mucho de casi todo te mata, pero poco también, ya sea por atrofiamiento de nuestras habilidades básicas, o incluso por aburrimiento, inactividad !o depresión!
Entender este concepto es clave para la supervivencia. Si tenéis que acordaos de un solo concepto de este artículo, quedaos con la gráfica sweetspot».
Debemos intentar construir suficiente conocimiento y habilidades para poder vislumbrar la cima de la curva en la gráfica «el sweetspot», dejando atrás lastres como ego, comfort e ignorancia. El problema suele residir en que la mayoría de las veces no llegamos a la cima porque no vemos. Estamos cegados por el ego y la ignorancia, o ambos. No sabemos lo que no sabemos (etapa de incompetencia inconsciente).
Accidentes
Que los accidentes generan interés, no es novedad.
Los accidentes suelen producir morbo como patrón conductual estándar en el ser humano y el Salto Base no es una excepción, más bien al contrario.
Aunque personalmente prefiero centrarme en la vida sobre la muerte, dado que frecuentemente se habla de manera imprecisa sobre el tema, es de recibo aportar ciertos datos en base a los pocos estudios medianamente serios que se han realizado:
Estadísticas:
La siguiente tabla muestra algunos datos en cuanto a mortalidad y accidentalidad en deportes considerados «Extremos»:
Esta infografía, complementaria de la tabla anterior, representa de manera gráfica el número de muertes por actividad, comparando el Salto Base con otras actividades.
Factores potencialmente relevantes en los accidentes:
Es una actividad joven, con solo 40 años, en proceso de maduración. La aviación a sus 40 años, tenía una siniestralidad mucho mayor que en la actualidad, considerándose una actividad muy peligrosa.
Desde Carl Boenish (Sunshine superman) saltando en los años 80 en EEUU de manera sistemática y consolidada hasta la actualidad en la que planeamos como pájaros han transcurrido tan solo 40 años.
Aunque el progreso ya es enorme, sigue siendo una actividad en proceso de maduración.
Los estándares de instrucción y seguridad son más bajos en Salto Base si lo comparamos con aviación, siendo el Salto Base mucho más accesible para la sociedad, especialmente por la influencia de internet y los vídeos.
Durante un Salto Base, el tiempo de reacción disponible es menor que en el resto de actividades aeronáuticas, por tanto los márgenes de seguridad también son menores.
De entrada, menos márgenes de seguridad y menor entrenamiento, parece una mala combinación.
La Inteligencia colectiva y ética de grupo han sido hasta ahora el motor del progreso. La Selección Natural de Darwin ha actuado como filtro de la evolución de la actividad, sin federaciones, autoridades gobernantes, ni reglas oficiales, a diferencia de paracaidismo, aviación o la escalada actual.
Mortalidad y evolución han ido ligadas históricamente de manera intrínseca. Podemos mitigar riesgos, pero no podemos ni debemos hacer las actividades 100% seguras. Si la naturaleza requiriera volver a tener unos brazos largos como los de los simios para desplazarnos entre las ramas y alcanzar frutos, las generaciones futuras volverían a tener unos brazos largos.
Si para sobrevivir al vuelo se requiere habilidad, coordinación, desarrollo de inteligencia cinestésico-corporal, determinación, optima gestión de emociones, sobreponerse al miedo paralizante y desarrollar el pensamiento crítico, en un futuro, si no se regulara externamente «ayudando» en exceso a los más débiles mediante un sistema para «dummies» (muy propio de la sociedad actual), acabarían prevaleciendo los más adaptados y la actividad tendería a autorregularse naturalmente, manteniendo el progreso.
En el cruce del Río Mara, cada año mueren 6000 ñus, ahogados o devorados por los cocodrilos.
¿Cómo puede ser que sean tan estúpidos?
Obviamente, hay razones más profundas que la estupidez grupal. Este artículo de National Geographic, basado en un estudio científico, demuestra que esta situación proporciona nitrógeno terrestre, fósforo y carbón a la cadena alimenticia del río, constituyendo parte fundamental de los nutrientes de peces y otros pequeños animales de la región.
En la actividad de Salto Base sucede algo parecido; si queremos progreso y evolución no podemos juzgar las muertes y los accidentes en un contexto de visión túnel o «hindsight» sin tener en cuenta factores más profundos como historia, predisposición genética y retorno futuro a nivel de Humanidad (poder volar como pájaros).
No obstante, en una sociedad en la que nos cuesta cada vez más comernos un huevo de gallina por respeto al animal, es utópico pensar que se debe aceptar la mortalidad humana para el progreso de todos, pero dicho queda.
Cuando la Heurística queda sepultada por la Enseñanza Académica o un excesivo afán regulador, se crean Sociedades Frágiles.
En esta película futurista de Andrew Stanton, los humanos nos hemos convertido en gordos, inútiles y acomodados bajo la dictadura de las máquinas. Da un poco de miedo pensar que Ridley Scott ya visualizó muchos escenarios en 1982 con Blade Runner, que se han cumplido en 2019.
Esperemos que Andrew se equivoque y tomemos las riendas de nuestro destino.
Esto es lo que pasa cuando nos dejamos anestesiar por el sistema de las infinitas comodidades y nada representa un mínimo de dificultad. La enseñanza académica no deja tiempo para la «erudición». ESO ES ASÍ, como dirían nuestros amigos Rafa y Fali.
Un mundo de prohibiciones y excesivo afán regulador. El dilema de la Legalidad VS Ilegalidad
Como dijo aquel genio: «Sin prohibiciones, el mundo sería un caos, y si todo estuviera prohibido, todo sería caótico también».
Llevar a nuestro hijo en bicicleta al colegio mediante esta barra remolque, me parece una actividad fantástica a nivel familiar. Empezar el día con ejercicio colectivo, desplazarnos de manera autosuficiente, sin contaminar, tener la oportunidad de educar sobre Seguridad Vial y predicar con el ejemplo. Todo suena ventajoso.
Según el Código Civil, en España, es Ilegal. Por el contrario en otro países con legislaciones más cercanas a las nuevas tendencias, no lo es.
¿Nos sentimos dentro del marco de la Ilegalidad? Rotundamente, no. Llevamos casco, protecciones, luces, chalecos reflectantes y respetamos las normas de Seguridad Vial. La gente nos sonríe y les gusta lo que ve. La Guardia Civil nos da los buenos días amablemente.
Con el Salto Base puede estar sucediendo algo parecido. O no.
En mi sano juicio, no se me ocurriría hacer un Salto Base urbano desde un edificio, a plena luz del día, después de haber entrado por la fuerza y saltando sobre las cabezas de los viandantes que tranquilamente empujan carritos de bebés.
Por el contrario, incluso si se prohibiera de manera categórica, no tendría inconvenientes en realizar un salto base en la naturaleza, como parte de una actividad deportiva, sin molestar a nadie y sin dejar rastro.
Todo depende del contexto. No creo que el saltador base estándar sea un rebelde sin causa al estilo James Dean.
Durante mi carrera como aviador algo me ha quedado muy claro; que los «Desvíos Procedimentales» (En Seguridad en el ámbito de la aviación los llamamos Procedural Drifts»), cuando son realizados de manera continua por personal de primera linea, suelen ser la señal de una profunda necesidad del sistema, en lugar de una violación o acto delictivo por parte del individuo.
Prohibir, en Salto Base y en muchos otros ámbitos, genera el efecto contrario, el llamado efecto «fruta prohibida».
No se puede enjaular a todos los pájaros: va contra natura.
El progreso está en la Inteligencia Colectiva de la comunidad de saltadores
Si el objetivo es atajar el problema realmente, acótalo, dialoga, limita el impacto y educa al colectivo. En un término medio, dialogando y delegando en los auténticos líderes de las actividad, está la clave del progreso y la coexistencia.
La Asociación Suiza de Salto Base (SBA), en colaboración con la Asociación de Salto Base Italiana (IBA), son el ejemplo perfecto. Realizan una excelente labor mediando entre los habitantes locales del Valle de Lauterbrunnen, o Monte Brento y los saltadores (conjuntamente se realizan 30.000 saltos al año entre estos dos lugares).
El Salto BASE es Legal, y para que se siga considerando legal, se promueve lo siguiente:
-Se facilita y fomenta la adquisición de un seguro.
-Se requiere la obtención de una tarjeta de aterrizaje compensatoria, donde los fondos recaudados van destinados a posibles daños en los cultivos de los agricultores locales, propietarios de los terrenos, y a mejorar la infraestructura usada por los saltadores.
-Se establecen unas normas básicas de coexistencia con las empresas locales de helicópteros y parapente y se fomenta la ética original de la actividad.
-Se educa a los saltadores, desde la Ética escrita, pero también desde el ejemplo.
Maurizio Di Palma es un saltador por todos conocido y por todos respetado, que ha liderado la escena del salto base italiano en la última década. Ha realizado más de 5000 saltos bases sin lesiones importantes. Es ético, respetuoso, concienzudo, vive de la actividad fomentando la esencia del deporte y es un atleta de élite fundado desde la humildad. Como él, hay otros que nos hacen mejores saltadores y nos ayudan a progresar.
Este tipo de asociaciones realmente funcionan, nos hacen sentir orgullosos, nos hacen mejores saltadores y mejores personas, porque respetamos profundamente el criterio de los que las lideran. Saltadores que lideran con ejemplo y educan. Practitioners o individuos de primera linea de batalla. Es extremadamente difícil, desde un punto de vista ético, saltarse las «reglas» que han sido propuestas por personas a las que respetas profundamente.
Por el contrario, cuando los iluminados (que de la vida real no siempre saben mucho) , comienzan a dar rienda suelta a la máquina de legislar desde su inaccesible Torre de Marfil, con un marcado afán prohibitivo, sin escuchar a la sociedad, se crea el efecto contrario; normas que tienden a ser ignoradas.
380 accidentes fatales desde 1981 hasta Octubre de 2019.
De los cuales, casi la mitad han sido con traje de alas en la última década.
En este estudio de 106 accidentes fatales entre 1981 y 2006, se aprecia un accidente fatal por cada 60 participantes y una muerte por cada 2317 saltos, y concluye, básicamente, que los saltadores deben mitigar los riesgos con entrenamiento e intervenciones técnicas. Con traje de alas el ratio de muertes aumenta a 1 de cada 50.
Como se ha mencionado anteriormente, solo en dos lugares concretos de Suiza e Italia , se estima se realizan más de 30.000 saltos base al año.
Al ser una actividad que se encuentra fuera del ámbito federativo, es difícil estimar cuantos saltos se realizan anualmente a nivel mundial.
No obstante, teniendo en cuenta los datos anteriores, el número de eventos, competiciones programadas, que en un solo evento de pocos días se pueden realizar más de 3500 saltos, como en este en Kuala Lumpur (Malasya), o este otro en Kjerag (Noruega), y considerando una media de 50 saltos anuales por una comunidad de 2000 saltadores; es probable que se realicen entre 50.000 y 70.000 saltos anuales, siendo la media de accidentes fatales 25-30 por año.
Esto concuerda con las estadísticas de los estudios anteriores.
Tendencia en los últimos 5 años:
2015-> 27 accidentes fatales
2016-> 37 accidentes fatales (15 en el mes de Agosto)
2017-> 18 accidentes fatales
2018-> 32 accidentes fatales
2019->17 accidentes fatales (Hasta Octubre)
Saquen sus propias conclusiones.
Conclusiones subjetivas:
Si me preguntan en una entrevista diría lo siguiente:
¿Es el Salto Base una actividad mortal?
Los datos indican que sí.
¿Es una actividad peligrosa?
Sí, aunque el peligro es un concepto relativo que depende del planteamiento que tengamos referente a Instrucción y Seguridad, ya sea en Aviación o en Salto Base.
Lo que es arriesgado para algunos, no representa un mínimo reto para otros que genéticamente están más adaptados a la actividad y que han conseguido dominar las habilidades de supervivencia necesarias, en el entorno apropiado, bajo una supervisión adecuada.
Un acróbata del Cirque Du Soleil puede operar de manera segura realizando múltiples acrobacias a 10 metros sobre el suelo, mientras que un individuo no especializado que realiza una simple voltereta a ras de suelo podría partirse el cuello con facilidad.
Sean D. Tucker puede operar con seguridad su complejo biplano acrobático Challenger durante un airshow, mientras que un piloto privado recién graduado, durante un vuelo en un sencilla Cessna 152 podría meterse en serios problemas.
Marc Márquez, es probablemente más seguro compitiendo a 350 km / hr en el circuito de Qatar que un joven de 16 años cruzando el centro de Madrid en un patinete. Además, no todos podemos ser acróbatas del Cirque Du Soleil, ni Sean D. Tucker, ni Marc Márquez.
¿Representan las estadísticas la realidad?
No, no lo creo. Conozco saltadores con 5000 saltos que según la estadística deberían haber muerto varias veces y ni se han lesionado durante toda su carrera, y he conocido a otros que si resucitaran volverían a morir 3 o 4 veces en los próximos 50 saltos *.
Las estadísticas están parcialmente influenciadas y magnificadas por una «intrusión genética» temporal causada por nuestra propia comunidad en la era de Internet.
* Yo mismo puedo morir mañana, y como yo cualquiera que realice salto base de manera regular. Algunos que han perecido en accidentes son verdaderos pioneros explorando lo desconocido, por lo tanto, estoy profundamente agradecido por su contribución. Hicieron que el resto seamos más fuertes y más adaptados.
El por qué de los accidentes
En el actual tratamiento de la información parece existir una obsesión por obtener un incesante suministro de causas únicas para problemas complejos. Queremos razones simples y por lo general, no funciona así.
Si buscas una razón que quepa en un Twit o en un titular, lo siento, no es posible.
El Salto Base es una actividad compleja que engloba multitud de factores: aerodinámicos, meteorológicos, relacionados con el material, humanos, etc…
Algunas causas potenciales:
-Estamos generalmente sobre-expuestos.
El salto base es es adictivo y queremos más y más, especialmente al principio.
-Más accesibilidad al deporte. En los inicios, el saltador base procedía del entorno del paracaidismo. Aunque no siempre era el caso, la mayoría tenían varios años en el deporte y por lo general, eran paracaidistas experimentados que aprendían a saltar base en una larga y profunda búsqueda del conocimiento y habilidades, normalmente mediante un mentor. Hoy en día, muchos saltadores quieren saltarse la parte de paracaidismo, o usarla lo menos posible, para ir directamente o lo antes posible al parque de atracciones más barato (entorno del salto base).
En la actualidad existen dos perfiles de saltadores bien definidos:
- Los impulsivos, influenciables, tomadores de atajos, impacientes, que asumen riesgo sin entender las consecuencias y que nunca llegan a superar la fase de Incompetencia Inconsciente (no saben lo que no saben), produciendo la mayoría de accidentes y abultando estadísticas.
- Los calculadores, pioneros de la actividad o del progreso de la misma, que siguen una progresión adecuada, que asumen riesgo entendiendo las consecuencias y que hacen todo lo posible por mitigarlo, mediante entrenamiento de calidad, direccionado a unos objetivos claros. No están exentos de accidentes.
Ambos tipos de participantes corren el riesgo de lesiones y muerte al explorar los límites de habilidades extremas.
No obstante, el segundo grupo-los más adaptados- han desarrollado el conjunto de habilidades para manejar la situación en un contexto más amplio, a largo plazo, encontrando el equilibrio al entender que la dosis hace el veneno y llega a ser letal, tanto por no exposición como por sobre-exposición.
Han aprendido a canalizar y reflexionar en lugar de ser impulsados por el aquí y el ahora. Entienden la actividad como el último eslabón dentro de un marco conceptual multidisciplinar.
El primer perfil genera muchos de los accidentes, aunque no es necesariamente estúpido o una “manzana podrida” dentro de un sistema perfecto. Esto es una visión anacrónica “The Bad Apple Theory” propia del desconocimiento en el campo de la Gestión de la Seguridad.
Todos somos responsables en mayor o menor medida, o dicho de otro modo, el sistema crea un mal recipiente que pudre las manzanas “The Bad Barrel Theory”
En una actividad joven que se desarrolla desde la inteligencia colectiva, sin reglas más allá de la ética, como es el Salto Base, es injusto culpar al individuo.
Cualquiera de nosotros subiendo vídeos extremos tiene cierto grado de responsabilidad por los accidentes de los más vulnerables e influenciables.
Aviación sin ser aviadores
Salto Base, especialmente el vuelo con wingsuit, es aviación, aunque todavía no lo tratamos como tal. Lo que hacemos es altamente técnico y requiere un altísimo nivel de competencia. Volamos un pequeño caza de combate que planea tanto o tan poco como un ladrillo, a alturas y velocidades que dejan márgenes de risa.
Debemos entender que el Salto Base y el vuelo con Wingsuit son el último eslabón de un largo proceso de conocimiento y práctica del vuelo.
¿Y ahora qué?
El colectivo aprende. Hay grandes dosis de inteligencia práctica en cada uno de nosotros y nadie en su sano juicio, quiere morir o dejar de hacer la actividad que le mueve en la vida.
Vamos mejorando, dentro de ciclos naturales, y somos conscientes de ello, como se muestra a continuación.
Después de dos años de gran mortalidad, 2015-2016, se aprecia que 2017 fue un año con menos de la mitad de mortalidad. Algunos saltadores cesaron la actividad y muchos de los que se quedaron redefinieron sus umbrales de seguridad.
En 2018 se produjo un efecto rebote volvió a repuntar y 2019 parece que vuelve a bajar.
Según Google Trends, los vídeos extremos de Wingsuit rascando las copas de los árboles ya no despiertan el interés que despertaban en los años de los accidentes y el morbo (2015-2016) , y los gurús de la actividad entienden y refuerzan los aspectos educacionales, como en este video de Matt y Ellen dirigido al público no especializado,
Paradójicamente, internet trae intrusismo y perfiles inapropiados, pero también contribuye positivamente haciendo que el material didáctico de calidad está al alcance de todos, como esta página en la que un piloto de cazas de combate, explica y descifra el vuelo con winguit desde la óptica de la aviación.
Aunque aun estamos lejos, como parte del proceso evolutivo empiezan a aparecer programas de instrucción que tienen sentido.
Todos debemos aportar. Los saltadores que provienen de la escalada, los visionarios, los parapentistas, los aviadores. Todos.
En mi caso, como aviador multi-disciplinar, invito a todos mis amigos a que vean el Salto Base y el vuelo con Wingsuit como el último eslabón de un largo proceso de conocimiento y práctica del vuelo, y que entrenen dentro de un contexto multidisciplinar.
Cuando un saltador base muere y se dice que era un experto que había seguido la progresión adecuada, no es del todo cierto. De hecho es casi del todo incierto. Puede que fuera experto en un contexto reducido de salto base, en el que nos hemos aferrado a unos estándares insuficientes. El requisito de 200 saltos de paracaidismo es una métrica deficiente para medir los estándares necesarios. Hace falta mucho más y no solo mirando cifras.
Antes de realizar salto base y vuelo con wingsuit, se debería ser un aviador multi-disciplinar competente, dominando actividades como paracaidismo, parapente, vuelo a vela y acrobacia.
Estas actividades nos permiten entrenar en un entorno más seguro las habilidades de superviviencia necesarias, mejorando aspectos como coordinación oculo-manual, cordinación oculo-pédica, gestión de la energía, percepción de ángulos, velocidades y consciencia situacional.
Obtenemos conocimiento, desarrollamos memoria muscular, pensamiento crítico y «Sense of the pants». Como decimos en el mundillo de la aviación, a volar y sentir con el «culo», no solo con instrumentos.
Por favor mirad este video de un vuelo de instrucción a vela (planeadores), y echad un vistazo a lo largo de toda la lección.
Ahora, mirad este otro vuelo con wingsuit. No hace falta que lo vayáis adelantando, ya va a cámara rápida. La cantidad de cosas que suceden en tan poco tiempo es brutal
En ambos escenarios se aprecian aviadores planeando, ¿cierto? Aunque no menos cierto es que los escenarios son casi diametralmente opuestos.
En el primero se está entrenando con un instructor que probablemente tiene cientos o miles de hora de vuelo, en una aeronaves biplaza, de ala rígida, con coeficientes de planeo que rondan 1:30 a 1:50, y velocidades de pérdida muy bajas.
La velocidad de maniobra es lenta, y la altura disponible, mucha. Esto se traduce en gran margen de seguridad disponible para poder entender los «principios básicos de vuelo», en un entorno que es casi cámara lenta. Poco a poco, durante varias lecciones se va bajando cerca del suelo.
En el segundo se vuela una aeronave monoplaza de construcción flexible, sin instructor, con coeficientes de planeo que rondan 1:2 a 1:4, y velocidades de pérdida muy altas.
La velocidad de maniobra es alta, y la altura disponible, poca. Esto se traduce en muy poco margen de seguridad disponible para poder entender como funciona «el vuelo», en un entorno que es cámara rápida continua. Contrariamente a lo que se piensa en el entorno del base, la velocidad es un arma de doble filo*.
*La velocidad es nuestra aliada hasta el punto en que dejamos de poder de controlarla. Las aeronaves no solo entran en pérdida a baja velocidad, también se entra en pérdida a altas velocidades cuando se supera el ángulo de ataque crítico. Nos encontramos ante un escenario «coffin corner» o «rincón del féretro», por definición. Si volamos lentos es peligroso, si volamos tan rápido que comprometemos la estabilidad, también es peligroso. No hay mucho margen.
Para sobrevivir a este tipo de vuelos, además de entrenamiento, se necesita ser un superdotado, como es el protagonista del vídeo. Por lo general, para la gran mayoría, este nivel de exposición no es «sobrevivible» durante mucho tiempo. Él lo sabe, y todos lo sabemos.
En algunos lugares se puede volar en planeadores a precios tan bajos como 10$ / hr, y aunque fuera más caro, escatimar en gastos en el proceso de instrucción de una actividad tan demandante, es tan estúpido como escatimar en gastos con el material. Ambos son dos de las herramientas principales que tenemos para salvarnos la vida.
Y como con los planeadores, sucede con los parapentes: barato, accesible y muy transferible a nuestra actividad.
Progresión recomendada
Si realmente pasamos el salto base y el vuelo con wingsuit al marco contextual de la aviación, en lugar de 200 saltos de avión, a secas, como muchos piensan, la progresión pasaría a ser algo parecido a lo que se muestra a continuación:
-Piloto Privado de Aeronaves (O en su defecto ultraligeros). Nos proporcionará una base teórica sólida. Principios de vuelo, aerodinámica, meteorología, etc…además de coordinación en tres dimensiones (en el coche, por ejemplo, tenemos coordinación y memoria muscular pero limitada a dos dimensiones).
-Curso de recuperación de maniobras anormales (acrobacia). Aerodinámica avanzada. Pérdidas y recuperación de maniobras.
-Curso de vuelo a vela (planeadores). Introducción a la gestión de la energía. Coordinación, velocidades y ángulos. Particularidades del vuelo en montaña.
-Curso de parapente / paramotor. Gestión de la energía con alas flexibles. Vuelo con el propio cuerpo. Coordinación, velocidades y ángulos. Particularidades del vuelo en montaña.
-Paracaidismo. Durante la fase de paracaidismo se deben dominar (Esto quiere decir que por lo general deberías ser siempre de los más destacados en los grupos en los que te muevas) habilidades como tracking, freefly y pilotaje de campana (swooping y precisión). No hay un número de saltos, olvídate de esa métrica y piensa en dominar la actividad. Realizar todos los cursos específicos disponibles, usar el tunel de viento, tanto vertical como de wingsuit y pasar todo el tiempo posible con los más adaptados y más entrenados.
-Curso específico de salto base, como este, o este otro, y o supervisión guiada de al menos 2 años por un mentor.
(Además, se deberían tener nociones básicas de escalada, montañismo y primeros auxilios).
Si todo esto te parece caro y complejo, pensemos en la cantidad de dinero y tiempo desperdiciados desde el día 1 de nuestras vidas hasta el día del prematuro y previsible accidente final. Todo va al cubo de la basura, ya que no podremos seguir volando, ni tampoco podremos hacer nada más. Game over. Mala inversión.
Invertir en Seguridad y Entrenamiento es la mejor inversión que podemos hacer si nos dedicamos a este tipo de actividades.
Solo a través de la educación, mejora continua y ejemplo, podríamos avanzar hacia un sistema más seguro y menos mortal. De otro modo, mediante regulaciones, normas y restricciones excesivas, no estaríamos atacando la base del problema. Podríamos obtener resultados a corto plazo, pero a la larga los resultados seguirían siendo indeseados e inevitablemente acabaríamos perdiendo la esencia de nuestra actividad, la inteligencia colectiva y la selección natural, que son el motor del progreso y la evolución.
Empujemos límites; sin empujar límites, no hay evolución, (al menos en las actividades que he practicado), pero con la consciencia tranquila de haber hecho todo lo posible por mantenernos en el juego a largo plazo.